EL RANCHO DE JONÁS
Una de las empresas creadas en la
década de 1980, en cali (colombia), que hoy es un éxito empresarial, fue el restaurante conocido como “el rancho de jonás”, el
cual combina en forma bastante satisfactoria todos los elementos antes mencionados.
El señor Jonás Cardona nació en el
seno de una familia campesina
del norte del valle (la unión). Sus primeros años los dedicó a la asistencia
limitada a la escuela y al trabajo agrícola
con su padre. Después de prestar el servicio militar, decidió abandonar su pueblo y buscó
empleos diversos, en los cuales adquirió experiencias dolorosas que lo
motivaron a mejorar su preparación y a elevar su exigencia personal. Luego de algún
estudio comercial, se vinculó en Cali en una serie de
posiciones relacionadas con el área contable y empezó a demostrar ciertas
cualidades personales que le facilitaron en forma notable la consecución de
amigos y se ganó su confianza. Este factor le permitió empezar a crear la red
de contactos que, como veremos luego,
será fundamental en el desarrollo de sus actividades empresariales. Un día, uno de sus jefes le solicitó que se
encargara de la administración de un sitio de recreación que él había
establecido en las cercanías de Jamundí: “las veraneras”. El señor Jonás Cardona
aceptó este cambio hacia una actividad que no conocía, pero que lo atraía por
cuanto le permitía tener más trato y relación con personas, que el que
posibilita una oficina de contabilidad.
En la administración de “las
veraneras”, Jonás fue exitoso. consiguió que la operación de la empresa resultara beneficiosa para el dueño,
para él, para los empleados y para los clientes; pero además logró aprender
varias cosas sobre el manejo de empresas de servicios; sobre la tecnología
requerida para la preparación de comidas y la atención al público; estableció
relaciones con proveedores de materias primas para ese rubro; creó lazos de
amistad con muchos de los clientes; identificó cuáles eran los productos que
más se vendían y sus dificultades y riesgos de pérdida; sondeó a sus clientes
sobre el tipo de restaurante que haría falta en Cali; clarificó los recursos
necesarios para el funcionamiento del restaurante, etcétera. Y comenzó a
imaginar la que podría ser su nueva empresa, en la que aplicaría todas sus
ideas.
Aunque
Jonás era empleado, empezaba a soñar con la idea de tener su propia empresa,
identificando su actividad futura asociada a la prestación de servicios de
alimentación y de diversión de las personas. Y comenzó a estructurar su vida en
función de esas ideas básicas.
Todos
los días, en su recorrido hacia Jamundí, observaba una propiedad ubicada en el
cruce de la autopista sur oriental con 44. Y decía para sí: “qué gran ubicación
la de esta casa para mi empresa”. Pero seguía de largo porque, como le sucede a
la gran mayoría de las personas, no veía viable adquirirla en ese momento. Un
día al pasar, vio un letrero que indicaba que estaba en venta. De inmediato,
algo le dijo que allí estaba su “oportunidad”. Se encaminó hacia la puerta,
decidido a comprar esa propiedad, pero consciente de que no tenía con qué
hacerlo. Encontró a un vendedor poco amigable, pero con su habilidad de
relacionarse con personas, y con su tenacidad empresarial, logró romper esa
barrera y entablar un diálogo ameno para acercarse al dueño. Al fin, logró que
el dueño aceptara venderle la propiedad. Ahora el problema era la falta de
recursos.
Recurrió
a uno de sus contactos, quien accedió a comprar la propiedad y dársela en
alquiler.
¿y
ahora qué? Jonás puso en acción sus sueños: diseñó un restaurante que se
especializara en asados (sus estudios le habían indicado que era lo que más
pedían los clientes), le dio una configuración de posada campesina (toque
cultural empresarial), lo delineó como una institución de servicios muy
personalizados, y empezó a integrar todos los componentes empresariales que
tenía (contactos con clientes con pedido, información sobre el entorno de
empresas de comida, tecnología de preparación de asados y atención a clientes,
proveedores de materias primas, servicios e insumos, redes empresariales y
oportunidad), y otros que no tenía (recursos financieros y recursos humanos). Para
los primeros, acudió a fuentes como proveedores pues sus recursos propios no le
alcanzaban. Aquí su red de contactos fue útil en exceso. Para los recursos
humanos, tenía claro qué tipo de personas quería para su empresa y muy rápido
pudo vincularlos.
por
fin, abrió su empresa y enseguida se ubicó como uno de los restaurantes más
atractivos para el público caleño, en especial por la calidez en el trato, por
el ambiente familiar y tradicional que brindaba y, claro, por la calidad
de sus productos.
Con
posterioridad, junto a sus hijos abrió otras empresas muy exitosas, todas
basadas en su concepto básico de empresa: “alimentos y diversión”. Hoy esas
empresas son dirigidas por sus hijos.
Es
fácil observar, en esta breve historia de un empresario colombiano, cómo actúan
los empresarios para integrar los ocho componentes empresariales y lograr que
sus ideas se transformen en empresas en crecimiento, sin alterar las
características propias del empresario y su concepto empresarial básico.
En
cada país de américa latina, existen numerosos casos de empresarios como Jonás
Cardona quintero. Los invito a escribirlas, mostrando en detalle la forma en
que evolucionaron para cumplir el evento empresarial.
Este gran ejemplo de el señor Jonas Cardona un colombiano como todos que sueña con seguir adelante y tener su propia empresa, empezo com un empleado pero a diferencias de muchos no se quedo hay el se imagino con una empresa que satisfaciera las necesidades de las personas del entorno. Con toda la experiencia y contactos que logro conseguir siendo un empleado le ayudo a formar y materializar su propia empresa la cual es una de las mejor en el servicio de restaurante y sus demas servicios de diversion.
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